Puede que algunos ya conozcáis la ruta de la arquitectura negra de Guadalajara. Si no es así, preparaos para visitar uno de los lugares más auténticos y con más encanto de cuantos hayáis visitado.
El valle de la Tejera Negra está situado en pleno Parque Natural de la Sierra Norte de Guadalajara, un poco más al sur del Hayedo de Tejera Negra. En todo el valle apenas viven actualmente 90 personas repartidas en pequeños pueblos y aldeas: Majelrayo, Campillo de Ranas, El Espinar, Campillejo, El Cardoso o Valverde de los Arroyos son algunos de ellos.
El valle de la Tejera Negra está situado en pleno Parque Natural de la Sierra Norte de Guadalajara, un poco más al sur del Hayedo de Tejera Negra. En todo el valle apenas viven actualmente 90 personas repartidas en pequeños pueblos y aldeas: Majelrayo, Campillo de Ranas, El Espinar, Campillejo, El Cardoso o Valverde de los Arroyos son algunos de ellos.
Todos se sitúan en torno al pico del Ocejón, destino habitual de senderistas que cada fin de semana ascienden sus más de 2.000 metros en una ruta de dos horas y media desde alguno de estos pueblos y que es el pico más famoso de la provincia aunque no el más alto...
El turismo ha dado un nuevo impulso a este valle en el que por ley, no se puede romper la tradicional característica arquitectónica de sus casas: la pizarra negra extraída del propio entorno natural. La peculiar estética de estos pueblos, su historia y tradición hacen que, el paraje esté en proceso de declaración por parte de la UNESCO como lugar Patrimonio de la Humanidad.
Podéis encontrar toda la información sobre la ruta de la arquitectura negra en www.pueblosarquitecturanegra.es
En concreto, dentro del valle, nuestro epicentro se encuentra en Campillo de Ranas. Tiene apenas 92 km2 y de su ayuntamiento dependen varios pueblos y pedanías del concejo al que da nombre: Campillejo, El Espinar, Robleluengo, Roblelacasa, Matalana, El Vado, y La Vereda.
Es uno de los mejores ejemplos de la arquitectura negra y, en él, destaca su iglesia parroquial, el cuidado centro por el que merece la pena pasear, el Mirador de la Fuente con una magnífica vista del Ocejón y el Roble Hueco, podéis preguntar a los agradables vecinos del pueblo dónde está.
El turismo ha dado un nuevo impulso a este valle en el que por ley, no se puede romper la tradicional característica arquitectónica de sus casas: la pizarra negra extraída del propio entorno natural. La peculiar estética de estos pueblos, su historia y tradición hacen que, el paraje esté en proceso de declaración por parte de la UNESCO como lugar Patrimonio de la Humanidad.
Podéis encontrar toda la información sobre la ruta de la arquitectura negra en www.pueblosarquitecturanegra.es
En concreto, dentro del valle, nuestro epicentro se encuentra en Campillo de Ranas. Tiene apenas 92 km2 y de su ayuntamiento dependen varios pueblos y pedanías del concejo al que da nombre: Campillejo, El Espinar, Robleluengo, Roblelacasa, Matalana, El Vado, y La Vereda.
Es uno de los mejores ejemplos de la arquitectura negra y, en él, destaca su iglesia parroquial, el cuidado centro por el que merece la pena pasear, el Mirador de la Fuente con una magnífica vista del Ocejón y el Roble Hueco, podéis preguntar a los agradables vecinos del pueblo dónde está.
La boda comenzara en el pueblo de Robleluengo, en su ermita de San Pedro, no os preocupéis es muy fácil llegar y la ermita se encuentra sin ningún problema.
Una vez acabada la ceremonia religiosa nos desplazaremos hasta Campillo de Ranas, allí es donde se encuentra 'Aldea Tejera Negra'. En esta finca, a la que se llega en coche o caminando tras pasar el campo de los columpios, tendrá lugar el banquete y la posterior celebración.
Si el tiempo lo permite en el jardín exterior tendrá lugar el cóctel, en la carpa climatizada el banquete y en el restaurante la barra libre.
Esperamos que paséis un fin de semana inolvidable con nosotros.
Esperamos que paséis un fin de semana inolvidable con nosotros.
¡Gracias por acompañarnos!
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